(gracias por el rastro, Gabriel Prado)

Hoy le saqué las telarañas al reproductor de MP3, hacía meses que me había olvidado de su existencia. Tenía que salir de casa (algo que se está volviendo cada vez más exótico en mis rutinas, pero lo extraño horrores), tomar un ómnibus y mirar para afuera por la ventanilla de una mañana lluviosa: ¿qué mejor que escuchar a Nick Drake? Mi hermano me regaló en Navidad el pack conmemorativo de Fruit Tree, con sus 4 discos y un DVD: mejor regalo imposible, lo lanzaron en diciembre en EEUU y nunca creí conseguirlo. Para nuestra sorpresa, resultó traer los discos de pasta, iguales a los originales, en vez de los esperados CDs! Frustrante, pero un hermoso objeto de colección para un fanático: tengo los discos ahí, en el salón de los talleres, acompañándome siempre. Escucho a Nick Drake cuando estoy por atravesar las grandes gestas, cuando estoy tan triste que quisiera morirme, cuando estoy feliz y festejo la vida,cuando estoy aterrorizada y busco valor. Siempre que necesito compañía en algún tipo de viaje, ahí está Nick Drake. Lo conocí por el Darno, junto a otras maravillas en cassette como Angelo Branduardi, pero de éste me enamoré a primera oída. Y justo esta mañana, cuando me iba a bajar del ómnibus, me vino una especie de emoción escuchando “Fruit tree”, esa lucidez despiadada de que sería famoso tras su muerte, ese sentimiento sin solución de no ser comprendido, esa parálisis que no lo dejaba actuar en escenario, “live”, pero que para felicidad nuestra aunque sea le permitió grabar en estudio y dejarnos esta ventana a su mundo interior.

Y ahí está siempre, revoloteando con su historia trágica y grandiosa, con los fatídicos 27, con su rostro bello y su postura maltrecha, con la depresión atenazando almas sensibles,con el suicidio a lo John Kennedy Toole, convencido de que no valía o que no sería comprendido. Ahí está con toda su gloria apenas vislumbrada en vida, con tantos fantasmas del futuro peregrinando hasta su casa y hasta su tumba, para sorpresa de sus padres. Nick Drake es un ambiente, un estado de ánimo, no un músico más.

Fame is but a fruit tree
So very unsound.
It can never flourish
Till its stalk is in the ground.
So men of fame
Can never find a way
Till time has flown
Far from their dying day.
Forgotten while you’re here
Remembered for a while
A much updated ruin
From a much outdated style.

Life is but a memory
Happened long ago.
Theatre full of sadness
For a long forgotten show.
Seems so easy
Just to let it go on by
Till you stop and wonder
Why you never wondered why.

Safe in the womb
Of an everlasting night
You find the darkness can
Give the brightest light.
Safe in your place deep in the earth
That’s when they’ll know what you were really worth.
Forgotten while you’re here
Remembered for a while
A much updated ruin
From a much outdated style.

Fame is but a fruit tree
So very unsound.
It can never flourish
Till its stock is in the ground.
So men of fame
Can never find a way
Till time has flown
Far from their dying day.

Fruit tree, fruit tree
No-one knows you but the rain and the air.
Don’t you worry
They’ll stand and stare when you’re gone.

Fruit tree, fruit tree
Open your eyes to another year.
They’ll all know
That you were here when you’re gone.