4.
A partir de esta desilusión amorosa, del oprobio de ver mi idealizada profesión entreverada en trámites ridículos pero sobre todo frente al desconcierto de haber tenido que pagar tanto dinero -para mí, que es muchísimo, pero para otra gente incluso será mucho más grave- por algo que debería ser un derecho, he estado investigando un poco el tema. Entiendo que las instituciones se desfinancien, pero siempre hay salidas creativas para las crisis, y ni siquiera voy a plantear algo que distorsione el espíritu del gremio o que ofenda la profesión; antes bien, creo que los bomberos en particular, por sus condiciones -hombres fuertes, entrenados, sometidos a todo tipo de exigencia física-, tienen potenciales inexplotados que podrían aprovechar.
Tanto hablar de la modernización de las instituciones y la globalización, bueno: ahí tienen a los bomberos de toda España, cultura muy similar a la nuestra. Cuando salió el calendario de los bomberos de Bilbao, se agotó a las pocas horas y la segunda reimpresión fue de 10.000 ejemplares; los bomberos de Alicante destinan parte de los fondos de su calendario a la Asociación de Afectados de Daño Cerebral Adquirido, los bomberos de Huelva, por su parte, donan parte de su almanaque contra la esclerosis múltiple, y así todos.
A mí me parece que los bomberos de mi país hacen un gran trabajo, pero siempre es posible dar un poco más. Y como precisamente los bomberos se distinguen por su espíritu de sacrificio, un calendario como el de sus pares españoles sería una buena vía para colaborar con el presupuesto del Estado, tema que tantos conflictos viene padeciendo porque muchos empleados públicos no entienden que los recursos no son infinitos, que hay que generarlos y que, en todo caso, hay necesidades mucho más imperiosas que subirles el sueldo indefinidamente a ellos. Bueno: he aquí una forma inocua de poner a trabajar creativamente al Cuerpo de Bomberos (sic); ya le llegará el turno a otras dependencias. De paso, sanear un poco las arcas de la institución en vez de sangrarnos a los civiles. Ahora, si me dicen que las 2 UR que me están cobrando me incluyen un calendario 2011 como estos, entonces las cosas cambian.
ADVERTENCIA: Los atributos y sex appeal del bombero que atiende los trámites están exagerados para beneficiar los intereses narrativos del relato. Mujeres: este es un texto de semificción, no acudir en tropel a las oficinas de la calle Mercedes. Repito: no molestar al bombero.
POSTERIOR AL CIERRE:
Colaboración de un lector: “Los bomberos están bien dotados” (video). Por lo que se ve, los bomberos españoles se las traen, asi que si en mi destino está el sufrir algún incendio preferiría estar convenientemente radicada en la Madre Patria. Con los bomberos de acá ya estoy más que quemada.
Otra lectora colabora sugiriendo como soundtrack la canción de Daniela Romo “Que vengan los bomberos”:
Por último, mis amigas Maca y Gumita proporcionan esta foto de su archivo personal en la que puede constatarse la acción heroica del bombero rochense: ¡el tipo salva cuatro vasos de vidrio mientras el techo del rancho de Punta del Diablo está a punto de desplomarse!
Muy bueno, hilarante, delicioso. Bienvenido el placer de trasnochar y divertirse escribiendo; que se repita. Y te envidio el valor, amiga (mi esqueleto ya no da para tanto): trasnochar, vaya y pase, pero encarar luego el día con niño chico en día de paro docente… ahí si que yo tendría que llamar a los bomberos para pedir ayuda, jajaja…
Sí, pero andá a saber cuántas UR te cobran por acudir como niñeros, ja ja ja!!!
¿Debo entonces suponer que los amigos que vienen dejando comentarios se han leído las 16 páginas? ¿Sin hacer zapping? Valdría cada hora invertida anoche y cada aspirina invertida hoy…
Realmente maravilloso este conjunto de entregas. Me hizo reír así como imaginar, bastante, algo que creo es esencial en un buen relato novelesco. Si el mundo escrito se 'enciende' en nuestro interior, es un 'buen' texto.
Nada mala la idea del calendario por cierto… 😉