Hace horas que navego de un blog a otro siguiéndole la pista al impacto de perder a D. en las palabras de otros, y escucho sus canciones subidas a la red -veo que una a Patricia debió ser retirada de circulación, no por pirata, particularmente, sino presumiblemente porque el último D. desafinaba, o al menos eso es lo que imaginé: nadie quiere inmortalizar la cuesta abajo-, y trato de asir los últimos jirones con las manos antes de que se desintegren en la memoria colectiva, o por lo menos antes de que la herida cierre, y miro las fotos del último concierto y entonces me digo, te digo:

Eduardo: tú no falleciste el 7 de marzo de 2007. Tú desfalleciste, pobre ángel azul, ángel blanco, ángel de todos los colores…