“El cadáver exquisito beberá vino nuevo”

Esta frase, aunque en francés, formó parte del primer “cadáver exquisito” que se escribió colectivamente por los surrealistas allá por 1925, seguramente con André Bretón, Tristán Tzara y Paul Eluard entre sus secuaces, o alguno de ellos. Es una técnica fantástica y muy divertida, capaz de tirar sobre la mesa proyecciones del inconsciente colectivo de quienes participan; me acordé porque estuvimos trabajando con una variante más racional de la técnica en los talleres, cuando VM comentó que acababa de leer esta genial frase y su origen.

La leo en voz alta, la encuentro bella y me da esperanzas, ansias de resurrección, fortaleza para enfrentar la vida. Seré un cadáver ahora, quizás, pero al menos soy exquisita, y mucho más importante que eso, promete que beberé vino! Y aunque sabemos que el vino nuevo no es el mejor, la propia palabra, “nuevo”, asociado con algo tan místico y cargado de simbolismo como el vino da ánimos para renacer hasta al más perezoso de los mortales.

Un excelente sumario de principios y más sobre esta técnica/juego/expresión existencial en El Florido Byte