Me da risa darme cuenta de que tengo cantidad de anécdotas sobre tu propia muerte para compartir contigo. Serias el único que las entendería y les sacaría jugo. Prometo irlas contando. Chl dijo algo muy cómico sobre algodón en tus fosas nasales: te imagino puteando desde lo alto.

Hoy R, uno de nuestros alumnos, me pidió autorización para publicar en su revista la carta que les mande sobre tu muerte . Como fue algo espontáneo para la gente del taller, por supuesto di mi permiso, si es que sirve para algo pues no es realmente un homenaje como hubiera querido. Me han pedido que escriba en algunos lugares, pero no soy una periodista que informa sobre los hechos: este terremoto dejo una ciudad devastada y llevara años reconstruirla. Y nunca, jamas, jamas quedara igual.

Chr. también me escribió por unas grabaciones originales que te hizo y que sacan a la luz la necesidad de trabajar en la conservación de todo lo que hiciste por inspirar a la gente a sacar nuestras tímidas almas de su letargo y escribir. Espero recibirlas pronto para escuchar tu voz otra vez, no solo tus risotadas desde el cielo resonando en mi cabeza…