9.

La palabra “nido” tiene connotaciones acerca de las que nadie me preguntó. Love nest. Dejar el nido. Anidar en el útero. Todo tiene que ver con los vínculos afectivos. Debo estar susceptible en la materia. Nido. Permanecer. Nido. Volar. Gritar tero en una parte y tener en otra el nido. El arte de la guerra.

10.

Los lentes para poder ver. Muy bien. Ahora veo. Y no tengo ninguna intención de renunciar al paraíso de la selva, a mi propia belleza antes borrosa. “Miopía, astigmatismo y presbicia”, dijeron ellos sin decir palabra.

11.

La cinta costera no invita para nada a contemplar el océano Pacífico: siempre está nublado en estos días. Por un lado, los rayos y truenos que profetizan la lluvia colérica que volverá a caer dentro de instantes; por otro, la marea baja, mundo de lodo, despojada, un océano sin agua.

No tengo ganas de estar acá. La nostalgia nubosa tropical sencillamente no funciona.

12.

El escenario de siempre, con su embriagante humareda de luces, de nunca antes, de ahora sí. Embriaguez. No encontrar el propio cuerpo, o, feliz, desentenderse de él. Luego, la música in situ que lo hacía a uno saltar en mil pedazos. El bar Nueve. Big Bang del Sí Mismo. Dionisos. Nietzsche.

13.

Nunca quise humillar: un día, el óxido de los cerrojos sencillamente me venció.

14.

Morder su cuello. No como lo haría un vampiro sediento, depredador: yo quisiera morder su cuello como un cachorro jugando, una y otra vez, de un lado, del otro, y alternando los suaves mordiscos con besos, con mejillas restregadas, la irritación de la piel suave contra la barba que amenaza con asomar. Quizás mordiera una vez, o dos veces, no lo sé (jamás se debería dejar rastros). Como un cachorro, jugando. No mucho más. Sí, eso quizás haría.

15.

En un minuto cabe este texto. Y la consigna de Levrero de un minuto. Y el vals de un minuto de Chopin. Y el mundo de un editor de spots publicitarios. No es poca cosa un minuto. Un minuto más de vida, podría implorarse, por ejemplo.

16.

Niño sandía, burbujeante, aceitoso como un delfín, impredecible, ígneo, imposible, angelito durmiente.