los miro a los tres
barcos fantasmas que flotan inasibles
tirando de una cuerda casi plata
a la que voy atada
tal como iría un condenado sin culpas
me quieren rescatar
mantenerme de pie
me quieren confortar
pero no ven que con su cincha
me jalan más y más hacia la muerte
el tío
el abuelo
el bisabuelo
y yo abrazada a un mástil
oyendo cantar a las sirenas